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lunes, 16 de enero de 2017

Momentos Sublimes Rutinarios

Mientras caminaba por un parque estornudé y la señora que le daba de comer a las palomas me dijo “bendito Dios”. Yo le repliqué que bendita era tu boca que da besos y no hiere con palabras ofensivas ni mentiras que lastiman, porque al abrirse crea un universo idílico que es capaz de transformar las tinieblas en luz y porque no hay nada más magnífico que escuchar mi nombre saliendo de ella. De repente las palomas emprendieron el vuelo y dibujaron en el cielo tu nombre antes de cagarnos a todos encima…

En un puesto de periódicos tomé un ejemplar de Men’s Health  y el vendedor me dijo que también tenía el número pasado por si me interesaba. Yo le contesté que no me interesaba tu pasado porque el destino había barajeado nuestras vidas y colocado en el lugar y momento adecuados y que por esa simple razón conocer tu historia era tan innecesario como saber que la clave de larga distancia de la Antártida es la 672. El vendedor empezó a llorar, sacó un teléfono, marcó un número y cuando al otro lado de la línea se escuchó una voz femenina le dijo que la perdonaba por haber sido tan puta…

El otro día me intentaron asaltar. Un ladrón con pistola en mano me dijo que le diera todo lo que tenía o disparaba. Yo le dije que lo único que tenía eran unas malditas ganas de volverte a ver por lo menos una vez más en la puta vida, porque desde que te fuiste me cuesta distinguir los días de las noches y todas las canciones de la radio –incluso los comerciales- me recordaban a ti. Dispara si quieres, le dije. El tipo bajó el arma, me miró con dolor y empatía, y sin más, nos abrazamos como si el mundo se fuera a acabar en ese instante…

En la madrugada me despertó una operadora de Telcel para preguntarme que si ya contaba con algún Plan y le dije que sí, que mi plan era conocerte, conquistarte, amarte y adorarte todos los días de mi vida y que sería paciente y dedicado porque nada que pueda durar para siempre es fácil de encontrar y conservar. La operadora dejó escapar un suspiro a través del auricular y con voz entrecortada me dijo que pronto nuestros caminos se cruzarían y seríamos felices. Agradecí sus buenos deseos y le dije que tenía que colgar porque quería seguir soñando con vos…


…FUE HERMOSO!!

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