A la entrada de un hospital, una
trabajadora social me extendió un folleto sobre adicciones y me preguntó que
si consumía drogas. Yo le contesté que mi única droga eras tú, que me encantaba
emborracharme de tus besos, me relajaba fumar tu esencia natural de mujer
primaveral, que me extasiaba perderme en las montañas y cuevas de tu geografía
y que tu risa me inyectaba dosis inimaginables de alegría que recorrían por
completo todo mi cuerpo y llenaban mi sistema. La trabajadora social empezó a
repartir besos y condones a todas las personas que entraban y salían del Centro
Médico…
Ayer fui al puesto de elotes de
Don Pifas y le pedí uno con todo. El volteó a verme como si lo que acabara de
decirle fuera una daga que se le clavara en el corazón y me dijo que así, con
todo, era como él amaba a Doña Chayito antes de que lo abandonara para irse con
Don Chuy, el señor de los helados. En ese momento corrí hasta la tienda de
licores y regresé con una botella del mezcal más seco y fuerte que el dinero
puede comprar, y mientras nos la tomábamos veíamos en silencio cómo el sol se
ocultaba en el horizonte y el viento jugueteaba con las hojas verdes de los
arboles…
Un reportero de la TV me entrevistó
en la calle para conocer mi opinión sobre el alza en la gasolina y yo le dije
que no me afectaba tanto porque el único combustible que necesitaba para echar
andar este motor al que la ciencia llama corazón es tu amor, y porque eres tú la
fuente de energía más poderosa de todos los universos paralelos en expansión
que existen. El entrevistador bajó el micrófono y se puso a dar el pronóstico del
clima mientras lentamente se quitaba la ropa…
...Fue hermoso!
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