Toy Story
Le puse a mi hijo la película de Toy Story y me quedé a verla con él.
Todo era risas y diversión hasta que Buzz Lightyear intenta volar y se da en la madre en
las escaleras mientras una canción de fondo dice "no podré
naveeegaaar nuuuncaaa maaas". Me desarmó esa escena: es la
representación de las aspiraciones fallidas y los sueños rotos, cuando
descubres que el mundo es un lugar mucho más hostil del que imaginabas.
Mientras trataba de no llorar enfrente de mi hijo, él me puso su peluche de
Chewbacca bebé en mi mano y lentamente movió su cabecita redonda como diciendo
"dude, por favor no lo hagas”.
Carro no robado
Ayer, después del trabajo, salí a otro estacionamiento y creí que me
habían robado el carro. Por un momento me alegré porque el seguro me daría lo
que dice el libro azul que es como 20 veces lo que vale actualmente; pero
también sentí pena por el ladrón que se lo había llevado porque tendría que
pagar un chingo de tenencias y multas, enderezarle los golpes y los 4 rines,
cambiarle todas las llantas, los focos, etc., etc. Ya estaba pensando en qué
gastarme el dinero cuando noté el error; así que fui por mi carro, me subí sin
verlo a los focos y le oculté que había fantaseado con su ausencia. Después
comencé a acelerar y manejé sin rumbo fijo hasta que me quedé sin gasolina.
Sueños con series
He visto tantas series últimamente, que a veces sueño que trabajo en la
Casa Blanca o mato zombies o resuelvo homicidios o soy abogado de casos
perdidos o gánster o vikingo o mentalista. Normalmente prolongo mi sueño con
riesgo a que se me haga tarde para llegar al trabajo, y cuando despierto, me
quedó unos minutos más sobre la cama recordando lo que hice en el sueño.
Después me alisto y mientras manejo durante una hora en el tráfico mañanero, voy
pensando lo que haré en el siguiente capítulo cuando me vaya a dormir. El resto
de mi vida es llenado con horas de trabajo, familia y series. Sobre todo
series.
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